Genièvre de Zaan
Historia completa de la destilería Zaanshine y de Genièvre de Zaan
La historia de Zaanshine Distilleerderij, creadora de Genièvre de Zaan, comienza en el año 2016 en Koog aan de Zaan, en la región de Zaanstreek, en la provincia de Noord-Holland, Países Bajos. La destilería nace de la pasión de Adriaan Keyer y Natasja Keyer, un matrimonio que decidió rescatar la tradición neerlandesa del genever desde una perspectiva completamente artesanal.
Desde sus inicios, Zaanshine se propuso diferenciarse por su filosofía grain to glass, es decir, controlar todo el proceso desde el grano hasta la copa. Para ello, la destilería produce su propio alcohol base o moutwijn (vino de malta), fermentando y destilando sus propios granos malteados. Esta práctica, poco común incluso entre las destilerías modernas, garantiza una identidad única y auténtica al producto final.
Inspirados en las antiguas destilerías familiares de la región, los Keyer recuperaron recetas tradicionales que datan del siglo XIX, adaptándolas a un método contemporáneo y preciso. La Zaanshine Distilleerderij se caracteriza por un profundo respeto por la historia del jenever, elaborando cada lote de forma manual y en cantidades limitadas, lo que asegura un control absoluto de calidad.
Su lema, “Kwaliteit is een keuze” (la calidad es una elección), resume su filosofía. Hoy, Zaanshine se ha consolidado como una de las destilerías artesanales más reconocidas del norte de los Países Bajos, gracias a su compromiso con la pureza de los ingredientes y el equilibrio entre innovación y tradición.
Origen y tradición de Genièvre de Zaan
Genièvre de Zaan nace en el corazón de Koog aan de Zaan, una localidad conocida históricamente por sus molinos, su comercio de especias y su industria de procesamiento de granos. Esta región fue durante siglos uno de los motores industriales de los Países Bajos, y su cultura está profundamente ligada a la producción de bebidas espirituosas.
La ginebra o jenever de Zaanshine es una oude jenever de estilo clásico, elaborada a partir de 100 % moutwijn propio, sin adición de alcohol neutro. Este detalle es fundamental, pues confiere a la ginebra su carácter robusto, maltoso y redondo, muy diferente al perfil seco de las London Dry Gin.
Genièvre de Zaan representa la reinterpretación moderna de un destilado con raíces centenarias. Su identidad combina la riqueza del vino de malta con una infusión compleja de dieciocho botánicos cuidadosamente seleccionados. En 2019 la marca obtuvo reconocimiento internacional que destacó su pureza, elegancia aromática y equilibrio en boca.
Botánicos en Genièvre de Zaan: descripción detallada
Aunque la receta completa se mantiene cerrada, todos los botánicos empleados son de origen natural y muchos son certificados de cultivo biológico. A continuación se describen los botánicos más característicos y los aportes aromáticos y gustativos que proporcionan al destilado:
- Enebro: aporta notas de pino, resina y bosque; es la columna vertebral aromática del genever.
- Cilantro: matices cítricos y terrosos que refrescan el conjunto y añaden dimensión.
- Raíz de angélica: fija los aromas, añade notas terrosas y un amargor elegante que equilibra la dulzura del moutwijn.
- Corteza de naranja y limón: dan vivacidad y limpieza en la nariz y en el paladar.
- Cardamomo: perfil especiado, ligeramente dulce y floral con recuerdos de eucalipto.
- Canela y clavo: notas cálidas que aportan profundidad y estructura.
- Pimienta rosa: textura sedosa y un picante muy sutil que suaviza el alcohol.
- Nuez moscada: contribuye a la sensación cremosa y redondea el conjunto.
- Hierbas silvestres y flores secas: toques herbales delicados que equilibran el perfil maltoso.
Cada botánico es tratado con control estricto de temperatura y tiempo durante la maceración o infusión, buscando siempre una extracción equilibrada que respete la integridad aromática de cada ingrediente.
Proceso de destilación y elaboración artesanal
La destilación de Genièvre de Zaan se realiza íntegramente en Zaanshine bajo la supervisión del maestro destilador. El proceso combina etapas tradicionales con control técnico preciso:
- Elaboración del moutwijn: granos malteados (cebada, centeno, etc.) se muelen, fermentan y transforman en vino de malta, que aporta cuerpo, dulzor y carácter cereal al destilado.
- Primera destilación: la fermentación se destila lentamente para conservar riqueza aromática y matices tostados de la malta.
- Maceración de los botánicos: los dieciocho botánicos se infusionan en proporciones exactas en el moutwijn durante tiempos variables según cada planta.
- Segunda destilación: destilación lenta en alambique de cobre; se separan cabeza y cola, recogiendo únicamente el corazón del destilado.
- Reposo y embotellado: el destilado resultante reposa para estabilizar aromas y suavizar texturas antes del embotellado final.
Todo el proceso se realiza con intervención manual y control artesanal, evitando automatismos industriales, lo que garantiza que cada lote conserve la autenticidad y la calidad buscadas por la casa.
El maestro destilador: Adriaan Keyer
El alma de Genièvre de Zaan es su creador, Adriaan Keyer, maestro destilador en Zaanshine. Con formación técnica en procesos industriales y un gran amor por la destilación, Keyer combina precisión científica con sensibilidad artesanal. Cada lote pasa por su supervisión directa, desde la fermentación del grano hasta el embotellado.
Su objetivo es mantener la esencia del auténtico jenever neerlandés, integrando la tradición regional de Zaan con una identidad moderna y refinada.
Cata completa de Genièvre de Zaan
Vista
Color transparente y brillante, con destellos cristalinos. Lágrimas lentas que delatan riqueza alcohólica y cuerpo medio.
Nariz
Entrada suave y profunda: notas de cereal tostado y pan recién horneado, seguidas por un delicado equilibrio de hierbas frescas, enebro y cítricos sutiles. Las especias cálidas aparecen de fondo, aportando redondez y armonía.
Boca
Sedosa y amplia: la dulzura natural del moutwijn se entrelaza con cardamomo y pimienta rosa. El enebro estructura el conjunto; la raíz de angélica aporta profundidad y un amargor elegante. Sensación envolvente con buen equilibrio entre dulzor y sequedad.
Final
Persistente y ligeramente seco, con ecos de malta, hierbas y especias suaves. Postgusto a cereal tostado y recuerdo herbal que invita a otro sorbo.
Graduación alcohólica y presentación
Genièvre de Zaan presenta una graduación de 42 % vol., suficiente para sostener la complejidad de los botánicos y el carácter maltoso sin resultar agresiva en boca. Su cuerpo medio la hace apta tanto para degustar sola, ligeramente enfriada, como para su uso en coctelería que respete el perfil tradicional del genever.